martes, 13 de enero de 2015

Un poco de demagogia, por favor.


Antes de todo, quisiera dar mi bienvenida a los lectores de este blog a punto de estrenarse. A continuación trataré un tema de actualidad que ha generado polémica durante los últimos días: el famoso 'sketch' protagonizado por el humorista Facundo Díaz que aparece en el programa televisivo La Tuerka y que lleva por título "El PP se disuelve". Por si alguien no lo ha visto todavía, he colgado el vídeo para el que quiera enterarse de qué va el asunto.



Patético...Cada vez se hace más demagogia con este tipo de cosas, ni que la polémica generada con este vídeo estuviese ligada principalmente a la libertad de expresión como derecho (yo diría que no tiene nada que ver). Además, ese derecho tiene ciertos límites como cualquier otro, es un principio básico que puede ser utilizado sin restricciones, siempre y cuando se haga de forma responsable y sin querer herir a nadie. ¿A alguien le suena el derecho al honor? ¿Alguien se ha parado a pensar que el terrorismo es un tema delicado con el que hay que tener cierta sensibilidad, y más en un país como el nuestro que lo ha sufrido hasta hace bien poco?

No todo vale a la hora de hacer humor, porque no creo que este 'sketch' (encima el supuesto humorista es bastante mediocre por no decir malo, mira que los he visto mejores, pero eso ya es una opinión personal) le haya hecho mucha gracia a familiares y amigos de víctimas de ETA: sobre todo de aquellos que, siendo políticos o militantes bajo las siglas de un determinado partido (PP en este caso) hayan sido asesinados precisamente por eso, por defender unas determinadas ideas y formas de hacer política con las que no comulgaba una banda terrorista.

Salvando las distancias, es como si alguien dentro de unos cuantos años hiciese un sketch comparando a la redacción de Charlie Hebdo con una banda terrorista por su humor ácido (puede que a veces transgresor) y que a veces hiere susceptibilidades, sabiendo que ese mismo semanario fue víctima del terrorismo en el pasado. ¿En el supuesto de que la revista denunciase ese caso hipotético, qué se diría entonces? ¿Seguirían los mismos de siempre haciendo alusiones al tan manido argumento de la "falta de libertad de expresión" para justificar un más que posible agravio al derecho al honor?

A veces tengo la impresión de que la gente concibe la libertad de expresión como un derecho incontestable y que no acepta otras reglas ni límites, como si fuese un principio normativo que diese autoridad a transgredir cualquier cosa, incluido otros derechos.

Me parece lamentable que una parte de la sociedad frivolice con un tema tan serio, teniendo en cuenta además que en este país ha habido muchos muertos provocados por el terrorismo. Y a los hechos me remito: personajes públicos provenientes de la política, la comedia, el arte y demás ámbitos que han apoyado a una persona que ha pretendido ir de graciosa y que al final ha terminado por humillar a muchas personas, entre ellas también víctimas de ETA, por banalizar un tema delicado y comparar a toda una organización que también sufrió el terrorismo con vulgares asesinos.

Finalmente me gustaría añadir una reflexión final a modo de  conclusión: ¿la comedia también incluye el menosprecio a la memoria de aquellos que dieron su vida por la libertad? ¿Vale la pena?

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